La escalada del desafío independentista catalán ha alcanzado un punto crítico. Aunque las aguas volviesen de alguna manera a su cauce, su envite ya ha provocado una honda fractura política, social y económica. El hecho de que numerosas empresas estén cambiado su domicilio social y fiscal, unido a la inseguridad subyacente, devendrá en un significativo impacto inmobiliario. Con diferentes grados...

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